Vete al vivero más cercano y compra un árbol o árboles para cada uno de tus hijos, tu pareja, tus hermanos, tus padres, coge la vieja azada de tu padre o la pala de la playa de tus niños, sírvete de un poco de agua en botellas y emprended el camino al campo.
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Es lo único que nos llevará al cambio, por eso, ya no valen las palabras, necesitamos la acción de todos nosotros, nuestra voluntad. Será difícil, será complicado, pero como dijo el refrán “nunca mucho, costó poco” ¿Estás preparado?
Primero deberás de armarte de valor, eres el líder de tu familia, pega un golpe en la mesa e invítalos a cambiar el mundo. Vete al vivero más cercano y compra un árbol o árboles para cada uno de tus hijos, tu pareja, tus hermanos, tus padres, coge la vieja azada de tu padre o la pala de la playa de tus niños, sírvete de un poco de agua en botellas y emprended el camino al campo.
Ya nada te detendrá, ve a un lugar con árboles, elige bien el sitio, calcula unos tres metros desde el árbol más cercano y haz un agujero tres veces más grande que el tiesto del árbol, moja toda la tierra, humedece el cepellón sin dañarlo y plántalo en el agujero poniendo toda la tienda sacada, si tienes la posibilidad, mezcla turba con la tierra para aumentar las posibilidades de que la planta crezca.
Ármate de valor, graba un video selfie y compartelo en instagram, facebook, whatsapp retando a tus amigos a que planten ellos también un árbol, y para hacer más viral el reto y todo el mundo lo sepa pon en el texto #ElRetodelaHormiga.
Ahora debemos esperar que la planta se desarrolle, si tienes la posibilidad, visita el lugar con tus hijos, propón una excursiones y cuida la vida que un día creaste.
Anímate a hacerlo cada año, es la excursión que tus hijos siempre esperaran, ¿sabías que?, acabamos de darte una idea para esos fines de semana que no sabes que hacer, para esos fines de semana aburridos, cuando ya no hay calor y no puedes ir a la playa.